jueves, 27 de septiembre de 2012

Pedilo ya!

Desde pequeño que no me gustó cocinar, siempre vi a la gente que lo hacía con sorpresa. No entiendo a quienes trabajan en los canales de televisión como Utilísima, el Gourmet, etc, etc. Lo hacen con tanta pasión, con tanto encanto. A mí, simplemente, no me gusta. Será que no me gusta que se ensucie la cocina. Será que no tengo paciencia. Sobre todo cuando se trata de pescado, el olor que emana, me parece desagradable. Horrible sinceramente. Es como estar en el puerto de Mar del Plata. Ojo, no es que no me guste una vez cocida. El problema es que cuando tengo que ponerme a elaborar platos, por definirlo de alguna manera, me queda la cocina engrasada y hasta a veces se me queman las cosas. Sí, se me llena la cocina de humo. Entonces, lo que me pregunto es porqué no pedir delivery. Sí, es la mejor idea del mundo. Platos elaborados que llegan directamente a la puerta del comensal para ser saboreados sin gastar gas, agua ni nada. Sin ensuciar la cocina, sin perder tiempo. Impecable. Además, el delivery en Recoleta que es por donde yo vivo tiene una amplia oferta. No existe no tener un lugar donde pedir. Simplemente, porque está lleno de locales por aquí. Es, por lo visto, uno de los negocios más rentables del barrio. Sí, el delivery. Entonces pensé no sólo en pedir delivery sino también en ponerme un delivery. Porque así puedo generar ingresos para pedir delivery. Aunque ya no me haría falta, pues trabajaría en el delivery y podría comer allí. Y ni siquiera debería moverme ni bajar a abrir. Además, el delivery es milagroso a la hora de pasar un rato con amigos. Porque cocinar para muchos es simplemente cansador. Allí sí, en la mayoría de las reuniones de amigos, aquí y en la China, lo que más sale es el delivery. Sin comparación.